Candidatura presidencial.

La Unión Cívica Radical, que no creía en las garantías políticas del sufragio universal ofrecido en sus declaraciones por el gobierno, se mantenía al margen de los comicios en una abstención persistente, y entregada a trabajos de conspiración para imponer por las armas sus reivindicaciones. 

Los núcleos que dieron vida al partido republicano se esforzaban por contrarrestar la gravitación del oficialismo, y los socialistas se mantenían en su táctica de concurrencia a las elecciones y en su empeño por educar al pueblo para el ejercicio de sus derechos. Surgieron varios candidatos: Carlos Pellegrini, Marco Avellaneda, Manuel Quintana. 

Reunión de Notables

Se dijo que Roca se oponía a la candidatura del primero, que se había apartado años atrás de su política. José Arce, biógrafo de Roca, asegura que Manuel Ugarte, gobernador de Buenos Aires, influyente en la marcha política de aquellos tiempos, propuso la candidatura de Pellegrini para suceder a Roca; Pellegrini no aceptó el ofrecimiento, alegando que estaba enfermo, lo que era cierto, pues murió pocos años después. Fue entonces cuando Ugarte pensó en Manuel Quintana, que no era amigo de Roca y que por ello no era probable que lo prefiriese a un colaborador de tantos años como había sido Pellegrini.

La candidatura de Marco Aveilaneda era sostenida por personalidades porteñas de prestigio, como Bernardo de Irigoyen; se propuso también la candidatura de Felipe Yofre por amigos de Roca; Quintana tenía el apoyo del gobernador Ugarte, y el partido republicano auspició un tiempo la candida-tura de José Evaristo Uriburu. Roca delegó la decisión en una reunión de notables, reunión a la que asistieron miembros de todos los partidos, ex presidentes, ministros, jueces, legisladores, profesores, etc.; en ella se resolvió prohijar la candidatura de Quintana para la presidencia y la de José Figueroa Alcorta para la vicepresidencia. Ni Pellegrini, ni Sáenz Peña, ni Cárcano concurrieron a la reunión, que fue denunciada como un simulacro; el viejo partido autonomista nacional se desintegró en fracciones, origen de nuevos grupos políticos.

El 29 de noviembre de 1903, el diario La Prensa hacía estos comentarios en su nota editorial: "Cuando se pregunta ¿qué hay de política?, se pregunta a continuación quién será el presidente, si Manuel Quintana, si José Evaristo Uriburu o algún otro reservado para dirimir la competencia como tercero en discordia. Si los candidatos presentados al debate político tuviesen elementos electorales propios de lucha y si funcionasen urnas libres y honradas, el cálculo de probabilidades estaría al alcance del criterio común. Pero como carecen de ellos, y como las urnas cívicas están en las manos de alguien que no es el pueblo argentino, no hay medio humano para formar un juicio consciente acerca del desenlace de la gran intriga".

En su manifiesto del 29 de febrero de 1904 declaraba la Unión Cívica Radical la abstención de todos los radicales de la República en las elecciones de diputados de la nación, de senador por la capital, electores de presidente y vice de la nación; protestaba todavía contra el régimen imperante, subversivo del sistema institucional y atentatorio de la dignidad cívica y reiteraba su propósito inquebrantable de perseverar en la lucha hasta modificar radicalmente la situación anormal por los medios que su patriotismo  le inspire.

Elecciones

Las elecciones se realizaron el 10 de abril de 1904 y transcurrieron en calma, pero con el recurso habitual del fraude en los resultados. El 12 de junio se reunieron los colegios electorales en las capitales de provincia y el doctor Quintana obtuvo la mayoría de los sufragios. El Congreso se reunió un mes más tarde y proclamó presidente y vice a los doctores Manuel Quintana, por 240 votos de los 295 electores, y José Figueroa Alcorta, por 257 votos; José Evaristo Uriburu obtuvo 34 votos para la presidencia, Marco Avellaneda 14, M. Daract 6, Pellegrini 1.