Para armar su gabinete, Levingston había convocado a militares, políticos y economistas de distintos partidos. Designó al nacionalista desarrollista Aldo Ferrer, recordado por su postulado “Vivir con lo nuestro”, en la cartera de Obras Públicas, pero luego se convirtió en su ministro de Hacienda, en reemplazo del liberal Carlos Moyano Llerena. En Interior asumió el brigadier liberal Eduardo McLoughlin; el peronista Juan Alejandro Luco en Trabajo y Francisco “Paco” Manrique en Bienestar Social.