La caída y renuncia del Director Supremo Carlos María de Alvear, fue celebrado con júbilo en Salta y Jujuy, en Mendoza se confirmó al Gobernador Intendente San Martín y José Gervasio Artigas festejó el término de la guerra y se dispuso a traspasar el río Paraná. Había que actuar rápido para impedir que la falta de gobierno causara males mayores.
Ante la situación creada, el Cabildo convocó al pueblo de Buenos Aires para que eligiese un grupo de electores con facultades para nombrar un Gobierno Provisional hasta la reunión de un Congreso General de las provincias.
El 20 de Abril de 1815, los electores eligieron Director Supremo provisorio al general José Rondeau quien sería reemplazado -mientras permaneciese al frente del Ejército del Norte- por Ignacio Alvarez Thomas en calidad de suplente.
El siguiente paso fue la creación de una Junta de Observación con el fin de controlar al nuevo gobierno y evitar así el restablecimiento de una dictadura. Esta Junta, integrada por cinco miembros, redactó un Estatuto Provisional que autorizaba al Director a convocar a todas las ciudades para elegir y enviar diputados a un Congreso Constituyente que se reuniría en Tucumán. Fue la única cláusula que fue aceptada por casi todas las provincias, y posibilitó la reunión que declararía posteriormente nuestra independencia.
El nuevo Estatuto resultó ineficaz, porque el Ejecutivo quedaba subordinado a otros organismos, lo cual le impedía cumplir adecuadamente con las funciones de gobierno, en una época en la que era necesaria una gran libertad de acción del poder central.
Fue designado jefe de la vanguardia del ejército que debía atacar a los federales de Santa Fe y posiblemente en la Banda Oriental. Sin embargo, a poco de partir hacia ese destino, el 3 de abril de 1815, estando en la posta de Fontezuelas, cerca de la actual ciudad de Pergamino (provincia de Buenos Aires), se puso en contacto con los enviados del caudillo oriental José Gervasio Artigas y se pronunció contra Alvear.
Finalmente, el Cabildo de Buenos Aires y el general Miguel Estanislao Soler aprovecharon la oportunidad para forzar, unos días más tarde, la renuncia de Alvear. Junto con éste fue también derrocada la Asamblea del Año XIII.