Alvear no logró dejar fuera de combate a los caudillos orientales después de la derrota de Otorgués, y parte de las tropas que debían reforzar el ejército del Norte tuvieron que permanecer en la Banda Oriental.
Rondeau se hizo cargo del mando del ejército del Norte a mediados de julio; estableció su cuartel general en Concha mientras el grueso del ejército permanecía en Tucumán y las avanzadas se hallaban en la línea Guachipas a las órdenes del teniente coronel Martín Güemes.
Rondeau de inmediato se puso a organizar la que fue la Tercera campaña al Alto Perú. Contaba para ello con los refuerzos enviados desde Montevideo, es decir, tropas que habían participado del sitio, muchos de los antiguos sitiados y, sobre todo, un poderoso armamento capturado allí. Cuando todo estaba listo, recibió la noticia de que Posadas mandaba reemplazarlo en el mando del ejército por Alvear. Varios oficiales se sublevaron y desconocieron públicamente la autoridad de Alvear, obligándolo a regresar antes de llegar a su destino.
Se hallaba en marcha hacia Jujuy para relevar a Rondeau por segunda vez cuando se enteró de que los jefes del ejército del Norte se habían pronunciado el 17 de diciembre contra su nombramiento y regresó a Buenos Aires, donde poco después reemplazó a Posadas como director supremo, el cual había renunciado el 9 de enero de 1814 a raíz del pronunciamiento mencionado.
Rondeau estaba a cargo del sitio de Montevideo en la Banda Oriental una vez que Guillermo Brown había vencido a la flota española dejando aislada a la ciudad y estaba preparado para el ingresos a Montevideo el Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Gervasio Antonio de Posadas, envió a su sobrino Carlos de Alvear como nuevo jefe para el ejército sitiador, reemplazando a Rondeau en el cargo cuando la plaza se hallaba virtualmente tomada. El nuevo jefe fue Carlos María de Alvear, militar sin ninguna experiencia o mérito previos, que quería para sí la gloria de tomar la ciudad. Para disimular un poco el escandaloso reemplazo, el Director Supremo, Gervasio Antonio de Posadas, ascendió a José Rondeau a brigadier general y lo transfirió como jefe al Ejército del Norte . Una vez que estaba reorganizado el ejercito del norte por Rondeau recibió la noticia de que Posadas mandaba reemplazarlo en el mando del ejército por Alvear. Varios oficiales se sublevaron y desconocieron públicamente la autoridad de Alvear, obligándolo a regresar antes de llegar a su destino, esta rebelión obligó a Posadas a renunciar.