Una base antártica en una ubicación específica dentro del territorio de la Antártida, en la que se construyen residencias habitables para el ser humano, y que permite a éste vivir en ella. Según su uso, están habitadas en forma permanente o temporal. Son utilizadas exclusivamente para la investigación científica —estudios ambientales, biológicos, climatológicos, geológicos, marinos e incluso espaciales—. Actualmente, también está permitida cierta actividad comercial bajo un estricto control ambiental.
Toda actividad que se realice dentro del continente blanco (ya sea en una base o fuera de ella), está regida por el Tratado Antártico, firmado en 1959 en Washington D.C., por los países denominados miembros consultivos, quienes son plenipotenciarios con voz y voto, y son quienes definen y rigen el futuro de la región. En la Antártida está prohibida la instalación de bases con fines militares o para realizar algún tipo de pruebas de armamento. Actualmente, existen numerosas bases antárticas situadas a lo largo y ancho de todo el continente. Algunas de ellas son tan importantes y numerosas que habitan familias enteras. Poseen escuelas, estaciones de radio, iglesias y todo lo necesario para la vida en esas heladas regiones australes que llegan a alcanzar temperaturas de -70 °C y vientos superiores a los 100 km/h. Si bien algunos países reclaman sectores específicos de soberanía sobre el continente helado, el Tratado Antártico prohíbe, explícitamente reclamar o afirmar la misma. Esto implica que, actualmente, cualquier país puede plantar una base en cualquier sector del territorio que crea conveniente y sea aprobado por los miembros consultivos. Actualmente el país con más bases permanentes y de verano es Argentina quién en 2013 convirtió a la base Petrel en permanente, sumando un total de siete bases permanentes y seis de verano, además el país tiene más de 100 años de permanencia en la Antártida.
Las actividades más importantes en la Antártida son las relacionadas con la ciencia, y se hace soberanía mediante los trabajos científicos que cada país, con intereses en el Continente Antártico, realiza. El ente que regula las actividades científicas es la Dirección Nacional del Antártico (DNA). Las Fuerzas Armadas efectúan el apoyo logístico para que esas tareas puedan realizarse (mantenimiento de las bases permanentes y temporarias, traslado de científicos, traslado de materiales o equipos para realizar los estudios, etc.).
Una campaña antártica tradicional se divide en una etapa de planificación/reparaciones/mantenimientos y tres etapas operativas.
Planificación/reparaciones/mantenimientos:
Se extiende aproximadamente desde principios del mes de abril a fines del mes de octubre. En esta etapa se le efectúan todas las reparaciones/mantenimiento a los medios aéreos y navales que participaron de la Campaña Antártica del año anterior y se realiza toda la planificación de la próxima Campaña Antártica. De esa planificación participan la Armada Argentina (ARA), el Ejército Argentino (EA), la Fuerza Aérea (FAA) y la Dirección Nacional del Antártico (DNA). Para poder planificar lo primero que se necesita es el “Plan Anual Antártico Científico” (PAAC), que lo confecciona la DNA. En base al PAAC, se determina que personal y materiales hay que llevar a la Antártica, a que bases hay que ir y en que fecha o período se debe ir a cada una de ellas.
Durante el último mes de esta etapa se lleva a cabo la carga de los materiales y personal en los distintos medios navales y aéreos que van a ir a la Antártica.
Base Orcadas
Ubicada en la Isla Laurie, Islas Orcadas del Sur en la latitud 60º 45’ S y Longitud 44º 43’ W fue fundada el 22 de febrero de 1904. Es la más antigua de todas las bases ubicadas en la Antártida, tanto argentinas como de otros países.
En 1927 se envía la primera dotación constituida íntegramente por argentinos nativos, siendo su jefe el señor José Moneta. Durante ese año se inaugura la primera estación radiotelegráfica oficial en la Antártida. En 1951 el Observatorio de Orcadas pasó a jurisdicción de la Armada Argentina, siendo operado como Destacamento Naval Orcadas del Sur.
Base Carlini
La base Carlini esta ubicada en la Caleta Potter, isla 25 de Mayo, Shetland del Sur en la Latitud 62º 14’ S y Longitud 58º 40’ W. Es la zona más poblada de la Antártida. Fue inaugurada el 21 de noviembre de 1953, e inicia sus actividades en febrero de 1982. Es una estación científica denominada así desde el 5 de marzo de 2012; anteriormente llamada Base Jubany. Es operada y administrada por la Dirección Nacional del Antártico y los proyectos científicos son implementados y supervisados por el Instituto Antártico Argentino. Por convenio con el Comando Antártico del Ejército Argentino, designa el personal militar invernante para las tareas logísticas. La base cuenta con una capilla católica denominada Nuestra Señora del Valle.
Base Esperanza
La base Esperanza esta ubicada en el extremo norte de la Península Trinidad, Bahía Esperanza, Estrecho Antarctico en la latitud 63º 24’ S y longitud 57º 00’ W. Es la única base argentina en la que viven familias y tiene una escuela. Fue fundada el 17 de diciembre de 1952 por el Coronel del Ejército Argentino Edgar Leal. Hasta la fecha esta base es operada en forma ininterrumpida.
Base San Martín
La base San Martín fue fundada el 21 de marzo de 1951 por el General Hernán Pujato y desactivada en febrero de 1960, retorna a la actividad en marzo de 1976, esta ubicada en la latitud 68º 08’ S y longitud 67º 07’ W. Es la única base argentina al oeste de la península antártica. Ubicada en el islote Barry, grupo de islas Debenham, Bahía Margarita, mar de Bellingshausen, en el continente antártico. Es operada logísticamente por personal del Ejército Argentino, con un relevo anual realizado durante la Campaña Antártica del Rompehielos ARA. "Almirante Irízar". Es la primera instalación argentina al sur del Círculo Polar Antártico.
Base Belgrano II
La base Belgrano II esta localizada en el nunatak Bertrab, barrera de hielo de Filchner. Es la base argentina que esta ubicada más al sur, esta ubicada en latitud 77º 52’ S y longitud 34º 37’ W). El 5 de febrero de 1979 se funda esta base como consecuencia de la inminente desactivación de la base Belgrano I, deteriorada por efecto de la presión ejercida en el movimiento de hielo de la barrera en la cual se hallaba situada.
Base Marambio
La base Marambio fue fundada el 29 de octubre de 1969. Es la única base argentina con pista de aterrizaje para aviones de transporte de carga y pasajeros, esta ubicada en latitud 64º 14’ S y longitud 56º 37’ W Ubicada en la Isla Marambio (ex Seymur) sobre el Mar de Weddell, fue nombrada en honor al Vicecomodoro Gustavo Marambio, pionero de la Fuerza AéreaArgentina. De gran valor estratégico para las tareas científicas que allí se desarrollan. Permite el abastecimiento logístico propio y para otras bases argentinas y extranjeras, la distribución del personal, correo, evacuación aeromédica, búsqueda y salvamento.
Base Brown
La base antártica Brown o base Brown es una estación estival de investigación de la Antártida que pertenece a la República Argentina. Se llamó estación científica Almirante Brown hasta la década de 1990, cuando su nombre fue modificado al actual.La base Brown esta ubicada en la Punta Proa de la Península Sanavirón, Bahía Puerto Paraíso esta en la latitud 64º 53’ S y longitud 62º 53’ W.
Está ubicada al pie de un morro de 70 m en la punta Proa de la península Sanavirón (Aldunate o Coughtrey), bahía Paraíso de la península Antártica, el cual es considerado como uno de los más bellos lugares en la Antártida. Prueba de su belleza y atractivo es la gran cantidad de afluencia de turismo al lugar, contabilizándose alrededor de un crucero turístico por día durante la época estival. El lugar corresponde a la costa Danco sobre el mar de Bellingshausen.
En Puerto Paraíso los barcos que llegan al lugar son apoyados en su navegación por varias balizas argentinas ubicadas en: punta Proa, punta Vidt, punta Conesa, punta Piedras, y el faro de la isla Crámer.
Fue inaugurada como Destacamento Naval el 6 de abril de 1951, y clausurada en la campaña 1959-60. Desde entonces fue cedida al Instituto Antártico Argentino, que la reacondicionó para funcionar como Estación Científica temporaria, reiniciando sus actividades el 17 de febrero de 1965.
Base Cámara
La base antártica Cámara o base Cámara es una estación científica de la Antártida perteneciente a la República Argentina, sus coordenadas son 62°36′S 59°54′O. Se localiza sobre roca a 22 msnm en el piedemonte norte de la colina llamada La Morenita, en la caleta Menguante de la isla Media Luna. Esta isla perteneciente al archipiélago de las Shetland del Sur se halla dentro de la bahía Luna de la isla Livingston. La infraestructura de la base cuenta con 483 m² bajo techo, 16 m² de laboratorios científicos, un área logística de 337 m² y 20 camas. Cuenta con 2 Zodiac con motor fuera de borda. En la década de 1990 su nombre fue modificado a Base Antártica Cámara o Base Cámara. En la campaña antártica de verano 2016-2017 la base fue abierta el 29 de diciembre de 2016 y fue cerrada el 11 de marzo de 2017. La dotación fue embarcada en el transporte ARA Bahía San Blas.
Base Melchior
La base antártica Melchior o base Melchior (64°19.5′S 62°58.5′O) es una estación científica de la Antártida perteneciente a la República Argentina. Fue inaugurada el 31 de marzo de 1947 como destacamento naval Melchior, siendo la primera fundada en la península Antártica y la segunda base argentina después de la base Orcadas establecida en 1904. En la década de 1990 su nombre fue modificado al actual.
Se halla en la isla Observatorio (caleta Observatorio, puerto Melchior, canal Principal) del archipiélago Melchior en la bahía Dallmann dentro del archipiélago Palmer. A 2008 la base estaba compuesta de 4 edificios que pueden albergar un máximo de 36 personas. Tiene una enfermería básica de 6 m² atendida por un paramédico.
Base Decepción
La base antártica Decepción es una estación científica de la Antártida perteneciente a la República Argentina. Se sitúa a 65°44′S 60°43′O en la costa sudoeste de bahía Primero de Mayo (o Fumarola), en el oeste de Puerto Foster en la isla Decepción de las Shetland del Sur. Se encuentra a 1 km de la base de España Gabriel de Castilla. La investigación actual es principalmente geológica y vulcanológica. La base consta de ocho edificios, algunos de los cuales han sido dañados por piroclastos. En la casa principal hay dormitorios, cocina, salón de estar, una despensa, y la oficina de radio. La casa de emergencia es también habitable. Otros edificios son el Observatorio Volcanológico, y la casa de botes. Hay un helipuerto y un muelle precario.
En la campaña antártica de verano 2016-2017 la base fue abierta el 21 de diciembre de 2016 y fue cerrada el 13 de marzo de 2017. La dotación fue embarcada en el transporte ARA Bahía San Blas. La infraestructura de la base cuenta con 1030 m² bajo techo, 16 m² de laboratorios científicos, área logística de 337 m² y 30 camas. Cuenta para transporte con 2 Zodiac con motor fuera de borda. El Observatorio Volcanológico Decepción (OVD) tiene su sede en la Base Decepción y fue creado en el verano austral de 1993, aunque su inauguración formal fue el 25 de enero de 1995. En él trabajan científicos argentinos del Instituto Antártico Argentino y la Universidad de Buenos Aires; y españoles del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Museo Nacional de Ciencias Naturales de España. El observatorio realiza de diciembre a marzo el monitoreo sísmico y el seguimiento de la composición química de los gases fumarólicos, junto con estudios de gravimetría, magnetometría y controles termométricos de fumarolas y suelos calientes.
Base Petrel
La base antártica Petrel o base Petrel es una estación científica de la Antártida perteneciente a la República Argentina. Sus coordenadas son 63°28′S 56°17′O y se ubica sobre rocas a 18 msnm al pie del glaciar Rosamaría en la rada Petrel, punta Bajos del cabo Welchness de la isla Dundee en el archipiélago de Joinville. En 2013 comenzó un plan de 10 años para reconvertirla en una base permanente.
La temperatura media de las islas donde se encuentra la base Petrel, es de -7,1 °C, mientras que la marcas más extremas registraron de máxima 10,3 °C el 14 de marzo de 1967, y de mínima, -32 °C el 15 de mayo de 1969.
La infraestructura de la base cuenta con 3600 m² bajo techo, área logística de 1200 m² y 25 camas. Cuenta para transporte: 2 Zodiac con motor fuera de borda y 1 camión todo terreno de 1.5 ton.
Base Primavera
La base antártica Primavera o base Primavera es una estación científica de la República Argentina en la Antártida, dentro del sector reclamado por Argentina con el nombre de Antártida Argentina y bajo la responsabilidad del Comando antártico del Ejército Argentino. La base se ubica 50 msnm en la entrada sudoeste de la caleta Cierva en un promontorio rocoso que se levanta en la costa oeste de la Tierra de San Martín, en el acceso norte del estrecho de Gerlache sobre la costa Danco, en el cabo Primavera, a 64°09′00″S 60°57′50″O. Se llamó base de Ejército Primavera hasta que en la década de 1990 su nombre fue modificado al actual.
Está dotada normalmente con un personal que consta de 6 científicos argentinos, 4 científicos extranjeros y 8 de la dotación de Ejército. En cuanto a infraestructura cuenta con una enfermería, una usina, un parque automotor, un laboratorio, varios depósitos, una carpintería, un comedor, y una casa principal. La base cuenta con un helipuerto de usos en temporada de verano. La zona en la que se halla ubicada es abrupta, formada por un gran macizo granítico que en los lugares libres de hielo exhibe capas de líquenes, musgos y algunas pequeñas gramíneas (el 80% de todo lo que se conoce en el continente Antártico). La zona cuenta con un 90% de las especies animales antárticas.
En la campaña antártica de verano 2016-2017 la base fue abierta el 29 de diciembre de 2016 y fue cerrada el 4 de marzo de 2017. La dotación fue embarcada en el transporte ARA Bahía San Blas.
Base Matienzo
La base antártica Matienzo o base Matienzo es una estación científica de la Antártida perteneciente a la República Argentina ubicada en las coordenadas 64°58′S 60°08′O. Llevó el nombre de base aérea Teniente Benjamín Matienzo hasta que en la década de 1990 su nombre fue modificado al actual. Se encuentra en el nunatak Larsen, del grupo de nunataks Foca, en la barrera de hielo Larsen sobre el mar de Weddell. Estos nunataks se alzan a lo largo de unos 45 kilómetros en la parte sur de la costa de Nordenskjöld en la península Antártica. Lleva su nombre en homenaje a Benjamín Matienzo, militar y pionero de la aviación argentina.
La base Matienzo es una de las 13 bases científicas de Argentina en la Antártida3 y desde 1985 es de carácter temporal, ya que sólo se habilita en temporada estival. La temperatura anual media es de -11,6ºC, la máxima obtenida desde su creación fue de 13,1ºC y la mínima -44,4ºC.
La base cuenta con una pista de hielo y nieve de 1500 m, ubicada en un glaciar a 2 km, que permite el aterrizaje con esquíes de aeronaves de cualquier tipo. El helipuerto está a 1500 m al sur de la base. A 2008 tenía 6 edificaciones, incluyendo la casa principal y la de emergencia, depósito de combustible, usina con dos generadores antárticos a gas oil, planta de tratamiento de residuos, laboratorio, cámara de refrigeración, un almacén y varios depósitos.5 Tiene también una enfermería básica de 15 m² asistida por un paramédico.
La infraestructura de la base cuenta con 1000 m² bajo techo, 700 m² de laboratorios científicos, área logística de 300 m² y 12 camas. Cuenta para transporte con 2 snowcats.
Los Laboratorios Antárticos Multidisciplinarios (LAMs) consisten de infraestructura y personal de soporte en la Antártida para la toma y remisión de datos de los proyectos científicos aprobados por el Instituto Antártico Argentino (IAA), muchos de los cuales se llevan a cabo en cooperación con otros organismos y universidades nacionales, como así también con Programas Antárticos de otras Partes Consultivas del Tratado Antártico. El personal a cargo de los LAMs (Ingenieros y Técnicos en Informática o Electrónica) también participa de la administración de las redes informáticas y de sus vínculos satelitales de datos.
Los LAMs encuentran ubicados en las seis bases permanentes que la Argentina administra en el continente blanco, y se los identifica del siguiente modo:
Si bien la cantidad y tipo de proyectos o disciplinas que son respaldados por cada Laboratorio varía, en términos generales, todos los LAMs registran en forma constante datos sismológicos y geodésicos, que permiten modelar la estructura de la corteza terrestre, contribuir a redes de monitoreo sísmico internacional, detectar fenómenos de cambios en la superficie terrestre y obtener cartografía de alta precisión, entre otras cosas.
En los LAMs también se obtienen datos geomagnéticos y de la Alta Atmósfera, que permiten, por ejemplo, incrementar los conocimientos de la transferencia de energía desde el espacio a la atmósfera terrestre, detectar perturbaciones y predecir fenómenos solares (capaces de generar problemas en comunicaciones y en los sistemas de posicionamiento global –GPS-) y obtener información sobre el adelgazamiento de la capa de ozono.
Asimismo, los LAMs ubicados en las bases Carlini y Orcadas brindan soporte además a la toma de datos y muestras para proyectos relacionados a las Ciencias de la Vida y del Mar, por lo cual el personal invernante de los LAMs es complementado por personal afín a las ciencias biológicas y marinas.
Con el fin de asegurar la continuidad operativa de los LAMs, la DNA-IAA abre anualmente una convocatoria para reclutar personal idóneo, quienes luego de aprobar rigurosos exámenes técnicos y psicofísicos, son contratados por un lapso de 16 meses, el cual incluye una permanencia en la Antártida de aproximadamente 13 meses en los LAMs.
El éxito de las operaciones antárticas del Programa Antártico Argentino depende en gran medida de su logística. Una de los aspectos salientes de esta logística está dado por los medios de transporte, los cuales deben llevar adelante tareas en un medio hostil, sujetos a múltiples restricciones, y que requieren de personal muy bien formado para conducirlos.
Para el desarrollo de sus actividades antárticas, la Argentina cuenta actualmente con una flota marítima encabezada por el Buque Rompehielos ARA Almirante Irízar, recientemente recuperado tras una década de inactividad, y una serie de buques de apoyo, adquiridos en los últimos años (como el ARA Islas Malvinas, ARA Puerto Argentino y ARA Estrecho San Carlos). La flota suele completarse con un buque de transporte (ARA Canal de Beagle/ARA Bahía Agradable), y se la despliega en aguas antárticas entre Diciembre y Marzo de cada año.
La flota aérea está compuesta por aviones Hércules C-130, un avión Twin Otter DHC 6 apostado en forma permanente en Base Marambio (Biturbohélice de ala alta, tren de aterrizaje dual -terrestre y nieve- y capacidad para 6 pasajeros), Helicópteros Bell 412, operativos en verano desde Base Marambio, y dos helicópteros Super Puma a bordo del Rompehielos Irízar.
Los Hércules C-130 son fundamentales para el cruce entre el territorio argentino sudamericano (Río Gallegos o Ushuaia) y la Antártida (Base Marambio y, en forma complementaria, Base chilena Frei); los hércules Bell 412 son utilizados mayormente para el despliegue de campamentos científicos y abastecimiento de la base Marambio; y algo similar ocurre con el Twin Otter DHC 6, con alcance máximo cercano a los 800 km. Los helicópteros Super Puma del Rompehielos se encargan del transporte de carga y personal hacia las distintas bases abastecidas desde el buque.
Las embarcaciones menores (botes zodiacs) operan desde las bases antárticas, sujetas a las condiciones meteorológicas, marítimas y glaciológicas imperantes en su radio de acción, y son importantes como respaldo a la actividad científica marina. En las bases antárticas también operan diferentes tipos de vehículos terrestres (camionetas 4x4, cuatriciclos, autobombas) como así también vehículos capaces de trasladarse sobre nieve o hielo (motos de nieve, vehículos oruga), para realizar actividades de transporte en el radio de la base, y también como apoyo a la actividad científica en sectores particulares.
Durante los meses de verano (Diciembre a Marzo) grupos de investigación del Instituto Antártico Argentino suelen desarrollar actividades en sitios que están relativamente distantes de las bases antárticas. La mayor parte de los campamentos que la Argentina instala usualmente realiza actividades en distintos puntos del archipiélago de la isla James Ross, al este de la Península Antártica (ver mapa), en un radio de hasta 100 km desde Base Marambio. Hasta allí suelen ser transportados desde esta Base, con la ayuda de helicópteros Bell 212 o MI17 o con un avión Twin Otter, todos ellos operados por la Fuerza Aérea Argentina.
Los campamentos están conformados por un número variable de personas aunque, por razones de seguridad, siempre deben contar con un mínimo de tres integrantes. Un campamento está compuesto por distintos tipos de carpas, según su función: dormitorio, laboratorio, cocina y baño. Todas ellas deben ser adecuadamente instaladas para que puedan soportar las condiciones climáticas adversas imperantes en esos sitios. La calidad y resistencia de las carpas resulta entonces fundamental: una tormenta en Antártida puede acabar en instantes con una carpa que no responda a los estándares necesarios, y dejar a la intemperie a sus moradores, o a los equipos que allí se almacenan. Es un riesgo que no debe soslayarse.
El trabajo en campamentos requiere de una dinámica muy distinta a las tareas que se desarrollan desde una Base. En primer lugar, los campamentos deben ser autónomos en el desarrollo de sus tareas. Ello no significa que permanezcan completamente aislados, dado que cuentan con comunicación diaria vía radio con las bases desde donde son desplegados, y son asistidos periódicamente (con los insumos que requieran) vía helicóptero o aeronave. Cuentan asimismo con teléfonos satelitales, como medida de seguridad adicional que asegure la comunicación en casos de emergencia. Estas comunicaciones tienen por objeto: asegurar que el personal se encuentra en buen estado de salud, conocer si existe algún requerimiento de víveres o de combustible y, también, permitir que quienes se encuentran en el campamento puedan comunicarse con cierta regularidad con sus seres queridos.
Las disciplinas que suelen desarrollar labores en campamento suelen ser las asociadas a Geología, Paleontología y Glaciología. Las primeras dos llevan varias décadas de labor en la zona y su objetivo principal es reconstruir los ambientes en los que la vida se desarrolló en el lapso que media entre los períodos Jurásico y Terciario inferior. La Glaciología, por su parte, se enfoca en esta región en el estudio de la estabilidad de las plataformas de hielo, cuyo retroceso continuo podría constituir un claro indicador del fenómeno del Cambio Climático Global.
Una vez en el terreno, el grupo debe seleccionar correctamente el lugar en donde va a ser instalado su campamento. Si bien la primera condición es ubicarlo relativamente cerca del área de trabajo, el sitio también debe cumplir con una serie de condiciones que minimice el riesgo de inconvenientes durante el período de su instalación. Por ejemplo, debe tratarse de un área que sea cercana a una fuente de agua potable (glaciar, témpanos, arroyo o chorrilo) pero que no sea inundable; en lo posible debe sobre una superficie plana, al reparo del viento y en un sitio donde no se acumule demasiada nieve. Claro que no siempre resultará posible hallar un lugar que cumpla con todas estas condiciones.
La carga necesaria para que un campamento funcione adecuadamente incluye las carpas, los generadores eléctricos, el instrumental científico, el botiquín de primeros auxilios, los equipos personales y de comunicación, y, por supuesto, los víveres. Si bien el peso total a trasportar variará con el número de participantes, el lapso de permanencia y el tipo de actividades previstas, un campamento suele requerir una carga que varía entre 1 y 3 toneladas, para un lapso de 1 o 2 meses de permanencia en terreno. Algunos campamentos requieren asimismo el uso de botes, cuatriciclos, o motos de nieve, dependiendo de la naturaleza de las tareas y del sitio de emplazamiento del campamento.
Si bien las condiciones de seguridad implementadas en un campamento son muy rigurosas, ello no impide que, en contadas ocasiones, el peligro aceche.
En el verano de 2013, un geólogo argentino se extravió en medio de una ventisca, y afortunadamente logró regresar, por sus propios medios, al campamento que compartía junto a otras tres personas, tras permanecer 34 horas a la intemperie.