Durante muchos siglos, los fenómenos magnéticos no tuvieron demasiado interés para los científicos. Pero el estudio del magnetismo cobró un tremendo impulso tras los descubrimientos que relacionaron el magnetismo con la corriente eléctrica.
A comienzos de 1820, Oersted advirtió de forma casual, mientras realizaba observaciones sobre el fenómeno eléctrico con una pila análoga a la construida por Volta en 1800, que la aguja de una brújula colocada en las proximidades de un hilo conductor por el que circulaba una corriente eléctrica se desviaba. Repitió incesantemente estos experimento con pilas más potentes y observó que la aguja oscilaba hasta formar un ángulo recto con el hilo y con la línea que unía la brújula y el hilo.
Igual que en el primer experimento, antes de conectar la corriente eléctrica la aguja imantada se orienta al N-S geográfico. Pero al conectar ahora el circuito eléctrico, la aguja se orienta también perpendicularmente al hilo, aunque girando en dirección contraria a la efectuada anteriormente.
Las experiencias de Oersted demuestran que las cargas eléctricas en movimiento crean un campo magnético, que es el causante de la desviación de la brújula; es decir, una corriente eléctrica crea a su alrededor un campo magnético.
Las líneas de fuerza del campo magnético creado por un conductor rectilíneo son circunferencias concéntricas y perpendiculares al conductor eléctrico. Para saber la dirección que llevan dichas líneas de fuerza nos ayudaremos con la regla de la mano derecha.
Para aplicar dicha regla, realizaremos el siguiente proceso. Tomamos el hilo conductor con la mano derecha colocando el dedo pulgar extendido a lo largo del hilo en el sentido de la corriente. Los otros dedos de la mano indican el sentido de las líneas de fuerza del campo magnético creado.
Una espira es un hilo conductor en forma de línea cerrada, pudiendo ser circular, rectangular, cuadrada, etc. Si por la espira hacemos circular una corriente eléctrica, el campo magnético creado se hace más intenso en el interior de ella. El sentido de las líneas de fuerza es el del avance de un sacacorchos que girase en el sentido de la corriente.
Si, en lugar de disponer de una sola espira, colocamos el hilo conductor en forma enrollada, obtendremos un solenoide o bobina
En este caso, el campo magnético creado por la corriente al pasar a través de la bobina será mucho mayor, puesto que el campo magnético final será la suma de campos creados por cada una de las espiras. Así pues, en una bobina, el campo magnético será más intenso cuanto mayor sea la intensidad de corriente que circule por ella y el número de espiras que contenga la bobina.
De esta forma, una bobina, por la que droule una comente eléctrica equivaldria a un imán de barra. El sentido de las líneas de fuerza se determina a partir de cualquiera de sus espiras
El magnetismo es, pues, una propiedad de las cargas en movimiento. Podriamos der entonces que un imán está formado por infinidad de cargas eléctricas en movimento A nivel microscópico, podemos pensar que los átomos que forman el imán se comporta como imanes elementales con sus respectivos polos.
Cuando atravesamos un conductor rectilíneo por una cartulina sobre la que se han esparcido limaduras de hierro, al cerrar el circuito la distribución de las limaduras nos da idea de cómo son las líneas del campo magnético creado.
Un conductor arroliado en forma de circunferencia se llama espira, y se comporta como un pequeño imán. Al aumentar la corriente que pasa por la espira se incrementa el valor del campo magnético en el centro de la misma. Se puede obtener un campo magnético mayor a partir de corriente eléctrica si se acoplan muchas espiras, unas al lado de otras (por ejemplo, arrollando un hilo conductor), construyendo lo que se conoce como solenoide.
Para crear campos magnéticos aún más intensos, se construyen los electroímanes, que son solenoides en cuyo interior se aloja una barra de hierro dulce, es decir, un hierro libre de impurezas que tiene facilidad para imantarse temporalmente. Cuando se hace circular comente eléctrica por el solenoide, con centenares o mies de vueltas (es decir, centenares o miles de espras), el campo magnético se refuerza extraordinariamente en su interior, y el solenoide se convierte en un poderoso imán con múltiples aplicaciones.
Sabemos que al aumentar la intensidad que circula por la bobina también aumenta el campo magnético creado en el interior de la bobina. Aplicando lo anterior podemos construir un amperímetro.
Un amperímetro consta de una bobina conectada a un circuito eléctrico, un imán móvil, en el interior de la bobina, unido a una aguja que se desplaza sobre una escala.
Un amperímetro normalmente tiene varias escalas de medición. Aquí es donde entran en juego la serie resistencias shunt ya que cada una representa una escala diferente. Las resistencias están colocadas en paralelo a la bobina para que la mayor parte de la corriente eléctrica pase por ellas y solo una pequeña parte por la bobina, pero que esa pequeña parte siga siendo proporcional a la intensidad total.