Los productores son los seres que fabrican materia orgánica a partir de la inorgánica; es decir, los autótrofos, que, al captar la energía solar y mediante la fotosíntesis, son capaces de transformar las sustancias inorgánicas como el agua y las sales minerales del suelo y el dióxido de carbono del aire, en sustancias orgánicas. En este nivel trófico encontramos a los vegetales. En ecología, a veces se utiliza productores como sinónimo de vegetales, ya que son estos los que producen siempre la materia orgánica.
Las especies consumidoras pueden ser, si las clasificamos por la modalidad de explotación del recurso:
En este nivel están los seres heterótrofos; o sea, los que toman materia orgánica fabricada por otros seres y la transforman en la suya propia.
Dentro de este nivel podemos encontrar varias categorías:
Los descomponedores son los encargados de hacer desaparecer los cadáveres y los desechos de todo el ecosistema, pero su función no es meramente limpiadora, sino que con su acción devuelven al suelo del ecosistema la materia orgánica que en su día extrajeron los productores para poder fabricar su materia propia.
A pesar de tener la mayoría de ellos tamaño microscópico, la importancia en los ecosistemas es vital, y si desaparecieran, peligraría toda la vida de la Tierra.
En las cadenas tróficas el paso de energía y nutrientes de un ser vivo a otro por medio de la alimentación.
En la biocenosis se puede diferenciar una serie de niveles tróficos. Cada nivel tráfico agrupa a todas aquellas especies que tienen el mismo tipo de alimentación, que siempre es una dieta a base de especies del nivel inmediatamente inferior. Así, el flujo de materia y energía pasa de un nivel trófico al siguiente.
Se acepta, en general, que un nivel aprovecha como mucho el 10% de la energía del nivel anterior. Es decir, si partimos de 100 unidades de energía en los productores primarios, los fitófagos solo tendrán 10, los zoófagos de primer orden 1 y los de segundo orden 0,1; es decir, mil veces menos que el nivel inicial.
Cada nivel tráfico representa un eslabón de la cadena; pero, como en cada transferencia entre los seres vivos se pierde una gran cantidad de energía (en tomo el 90%), los eslabones son limitados (tres, cuatro o, a lo sumo, cinco).
Dentro de cada nivel tráfico, según cómo produzcan, obtengan o transformen los nutrientes, a los seres vivos se les puede denominar de diferentes formas, como se recoge en el siguiente esquema: