La Batalla de Navarro (Navarro, provincia de Buenos Aires, 9 de diciembre de 1828) fue un combate de las guerras civiles argentinas entre unitarios y federales, que resultó una victoria de las fuerzas del general Juan Lavalle sobre las milicias bajo el mando del coronel Manuel Dorrego, gobernador legal de la provincia de Buenos Aires, al que aquél había derrocado.
Dorrego reunió tropas en el interior de la provincia, sobre todo las fuerzas de milicias rurales al mando del coronel Juan Manuel de Rosas y algunos indios amigos. Lavalle salió a enfrentarlo, por lo que el gobernador legal y Rosas decidieron unir sus fuerzas a las del coronel Ángel Pacheco, en el norte de la provincia.
El 9 de diciembre tuvo lugar el encuentro de las tropas de Lavalle con las milicias de Dorrego, tres veces superiores, pero que, sin embargo, no pudieron resistir a los veteranos de la guerra del Brasil. Aunque había elegido el campo de batalla, la rapidez del ataque de Lavalle le dio la ventaja de la sorpresa, a la que se sumaba una muy superior preparación militar de sus fuerzas y un mejor armamento.
Los 600 coraceros de Lavalle atacaron de frente a los 2.000 milicianos gauchos de Dorrego y los pusieron en fuga, dejando en el campo de batalla más de cien muertos.
Mariano Acha uno de los militares que traicionaron a Dorrego fue fusilado por la espalda por las tropas de Aldao recordandole la traición realizada en Navarro al ser capturado luego del combate de Angaco el 16 de Agosto de 1841 , el otro Bernardino Escribano huyo a Chile
Dorrego se retiró hacia el norte de la provincia, refugiándose en el campamento de Pacheco; pero dos de sus oficiales, Bernardino Escribano y Mariano Acha, se sublevaron contra ellos y arrestaron a Dorrego.