Luego de las derrotas sufridas por los porteños en Vilcapugio y Ayohuma, el ejército realista -a las órdenes de Joaquín de la Pezuela había invadido el Norte del territorio argentino hasta la provincia de Salta con el propósito de avanzar hasta Tucumán para combinar operaciones con otros núcleos realistas y de ser posible dominar el litoral del Plata.
Después de la retirada de los porteños, los gobernadores designados por ellos en el Alto Perú decidieron oponerse a las tropas de Pezuela. El comandante Juan Antonio Alvarez de Arenales, gobernador de la provincia de Cochabamba, organizó una campaña de guerrillas y en Mayo de 1814 derrotó a fuerzas muy superiores en el paraje de La Florida.
Un movimiento estallado en el Cusco y la victoria de Alvarez de Arenales motivaron el repliegue de Pezuela.