En Colón se presenta una formación de palmares (yatay) a manera de un bosque abierto. Esta misma especie de palmeras también se desarrolla en concordia.
Son formaciones vegetales que presentan como característica común ser muy tupidos, lo que dificulta el paso del hombre montado a caballo o a bordo de un automóvil. Hay montes en el centro y en el noroeste de la provincia. Las especies que los forman son el ñandubay, el algarrobo, el espinillo, el chañar, el tala, el molle, el lapacho y el timbó.
Otra clase de monte está ubicado en el Delta del Paraná. sus árboles son de madera blanda y pulposa, de hojas grandes. Algunas de las especies arbóreas que se encuentran en esa zona son el sauce criollo, el colorado o de la costa; el álamo criollo, el Carolina y de canadá, los ceibos, curupiés, timbúes, canelones, laureles y falsos alisos.
Una rica flora acuática puebla los ríos y lagunas: el irupé, el repollito de agua, camalotes y achiras. Y más al sur, donde las tierras son aptas para la cría de ganado, se extiende un espeso manto herbáceo sin formaciones arbóreas.
Este parque fue creado en 1966 con el objetivo básico de resguardar uno de los últimos palmares de Yatay -representativo de los que hasta fines del siglo pasado prosperaban sobre todo en el oriente de Entre Ríos-, aunque también extiende su amparo sobre otros ambientes de significativo patrimonio natural, como la selva en galería y el monte xerófilo.
Refugio de flora y fauna desplegado por un territorio de 8500 hectáreas en el centro este del territorio entrerriano, el Parque Nacional El Palmar preserva como formación emblemática el palmar de yatay, una especie autóctona que llega a vivir entre 200 y 400 años, que suele engalanar los cielos con sus flores amarillas, y que ofrece un delicioso fruto dulce, utilizado especialmente para la elaboración de licores.
Junto a la palmera yatay crecen arbustos como la chilca y hierbas de floración notable como margaritas y verbenas. La fauna es variada, prevaleciendo las especies aladas: pájaros carpinteros, ñandúes y perdices son su muestra más clara; en tanto el zorro de monte representa al grupo mamífero.
Flora y fauna
Más allá del palmar de yatay, la selva en galería y el monte xerófilo, este Parque Nacional protege también distintos ambientes característicos del espinal, como el pastizal, íntimamente ligado con los palmares en conformación de un ecosistema único (palmar-pastizal), que brinda alimento y refugio a innumerables especies de animales: extraordinaria cantidad de insectos, reptiles como la yarará, varias especies de culebras, pequeños roedores y aves típicas de estos ambientes como el carpintero blanco y el real. Es posible encontrar además algún escurridizo gato montés al acecho de su presa.
Siguiendo las ondulaciones del terreno, los bosques de yatay se van raleando hacia las zonas bajas para dejar paso a dilatadas sabanas, salpicadas por espinillos, talas y ñandubayes de tortuosa figura, por donde transitan ñandúes, hurones, zorrinos. Los pastizales que ocupan las suaves pendientes se confunden con los pajonales de los terrenos más bajos e inundables, formando ambientes acuáticos de increíble riqueza faunística, donde habitan batracios y bellas aves como el chiflón, el pecho amarillo y el ipacaá. Observando con detenimiento, suelen encontrarse tortugas pintadas tomando sol sobre troncos en medio de una laguna.
En cercanías del camping se extiende el área del monte xerófilo, una formación densa y baja en la que crecen molles, espinillos y ñandubayes, junto a numerosos arbustos adornados por enredaderas como la pasionaria o mburucuyá, y donde es común descubrir a los zorros de monte. Esta área es hábitat del cacholote castaño y las cotorras. Durante el día, en las épocas de más calor, pueden observarte lagartos overos que salen de sus cuevas para asolearse en los mismos sitios que por la noche tienen como protagonistas principales a las vizcachas.
Un ambiente similar bordea los distintos arroyos que surcan el parque, siendo los más importantes El Palmar y Los Loros. Estos cursos de agua son los ambientes predilectos del roedor más grande del mundo: el carpincho, y de otros mamíferos como el lobito de río, el coipo (mal llamado Nutria), y de aves acuáticas, entre ellas el biguá y los martín pescadores.
Senderos Internos
Para apreciar el Parque Nacional El Palmar de la mejor manera posible, procurando no omitir ningún importante atractivo, es recomendable hacer un uso adecuado de los Senderos demarcados, destinados bien al recorrido peatonal, bien al recorrido vehicular. La información al respecto puede obtenerse en el Centro de Visitantes, donde además se ofrece una exposición didáctica sobre la naturaleza y la historia del parque, que ayuda a comprender su gran valor.
Senderos Vehiculares
Existen cuatro senderos interiores que permiten recorrer los distintos ambientes del parque. Todos parten desde el camino principal.
Senderos Peatonales
Suman cinco los senderos peatonales trazados con la seguridad de cautivar los sentidos de quien atreve a caminar los atractivos ambientes del parque y entrar en contacto directo con su naturaleza extrema.