A principios del
siglo XVII llegó a Buenos Aires procedente del Perú, don Mateo Leal
de Ayala, quien adquirió una extensa propiedad de 500 varas en esta
zona perteneciente al por entonces denominado Pago de la Matanza.
En 1790, luego de varios
propietarios, don Juan Diego Flores era el dueño de la mayor parte
del primitivo predio. Fue su heredero, don Ramón Francisco Flores,
quien junto con su apoderado y amigo Antonio Millán, cristalizó
el nacimiento del pueblo cuyo nombre ya se había generalizado designándoselo
como las tierras de Flores. En 1806 sus propietarios donaron una
manzana para la iglesia, reservándose otros predios para la plaza
y demás dependencias públicas. Las tierras restantes fueron fraccionadas
en manzanas de dieciséis lotes, iniciándose las ventas en 1808.
El nombre del pueblo
ya había quedado oficializado en 1806 al crearse el curato de San
José de Flores, cuyo pueblo nacía a ambos lados del Camino Real
(actualmente avenida Rivadavia), recorrido obligatorio para quienes
viajaban hacia el oeste. Cuatro años más tarde surgirá el partido
de San José de Flores.
En la iglesia del lugar
se realizaron los funerales de Manuel Dorrego y en la plaza del
pueblo se fusilaban, en pelotones, a los opositores de Rosas.
En cuanto a la plaza
de Flores cabe señalar que siempre ocupó el lugar que se le reservara
en el primitivo plano, utilizándose en reiteradas oportunidades
para efectuar ejecuciones de personas condenadas por la justicia
a la pena capital. Su primer nombre fue "14 de Julio",
luego se denominó "San José" y finalmente recibió el nombre
de "General Pueyrredón" que conserva hasta la fecha, aunque
no consiga desplazar la popular denominación de Plaza Flores.
Esta plaza fue un terreno baldío hasta que en la época de
Rosas se construyeron los primeros jardines y se plantaron numerosos
árboles, hasta adquirir el aspecto de paseo público que aún mantiene.
El barrio tuvo desde sus comienzos
su propio cementerio, el cual por encontrarse en una zona céntrica
debió ser posteriormente trasladado y finalmente en 1871 se inauguró
el actual.
Fue muy famoso por sus quintas
enormes, generalmente usadas en temporada estival, pero sobre todo
por la personalidad de sus ocupantes, así pues, el mismo Juan Manuel
de Rosas tenía su establecimiento de campo cerca de Flores, además
era asiduo visitante de la quinta de los Terrero, socio, compadre
y a veces, su apoderado judicial. La quinta de Terrero estaba ubicada
en lo que actualmente es la avenida Rivadavia 6440. Se hacían allí
grandes fiestas y reuniones políticas. Es en el portón de esa quinta
dónde Manuelita Rosas despidió a su Máximo, cuando éste partía a
la batalla de Caseros, como ayudante de su padre, ocasión en que
le obsequió su pañuelo, bordado por ella misma y que hoy se conserva
en el Museo Histórico Nacional.
Hasta el Gral. Urquiza instaló
en el barrio su casa quinta después de Caseros, a la que llamó Palacio
San José. Se ubicaba entre la calle de la Federación (hoy Av. Rivadavia)
y Carabobo. En esa casa fue donde Urquiza, promulgó la Ley Fundamental
y la mandó imprimir.
En 1857 se inauguró la primera línea
de ferrocarril que iba desde la actual Plaza Lavalle hasta La Floresta.
Allí se juró y comunicó a todo
el país. En ese mismo lugar se firmó el Pacto de Unidad Nacional
en noviembre de 1859, en el que se reintegra la provincia de Buenos
Aires a la Confederación.
Se podrían enumerar cientos de
quintas de personajes importantes, pero vamos a limitarnos por ahora
solamente a la del inglés Eduardo Mulhall, llamada "Lambaré",
en homenaje al cacique
del mismo nombre.
Dicen que su dueño era un personaje
muy querido y elegante, vestido siempre de levita y portando galera
de copa gris, de tan buenos modales que lo llamaban "el inglés
bueno". Sus jardines eran especialmente reconfortantes por
el perfume de los eucaliptus, y pinos que actuaban como un sedante
que invitaba a la meditación, Entre otros, fue muy visitada por
su vecino, el Gral. Roca, quien gozaba de los jardines y de la companía
del inglés, matizando sus encuentros con el juego de ajedrez.
La construcción de
la actual iglesia se inició en 1879, época para la cual el viejo
edificio construído durante el gobierno de Rosas se encontraba en
peligroso estado. El nuevo templo se inauguró el 18 de febrero de
1883.
En 1887, Flores y su
partido fueron anexados junto a Belgrano a los límites de la Capital
Federal. Desde ese momento el pueblo pasó a ser uno de los más importantes
barrios de Buenos Aires, constituyéndose con el paso de los años
en el núcleo social y comercial de todo el oeste porteño
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Casa
señoral en Flores en Pedernera y Laferrere en 1943 |
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Primera
iglesia de Flores en 1840 |
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Mural
de la iglesia de Flores |
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Negocio
en 1920 |
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