|
Nació
en Colonia del Sacramento, Uruguay, y murió en Rió de Janeiro,
Brasil.
Comandante militar. Estudió corto tiempo en el Colegio de San Carlos
de Buenos Aires y luego se dedicó al comercio. En 1825 residía
en Corrientes. Al percatarse de la inminencia de la guerra con el Brasil,
ofreció sus servicios y formó parte del destacamento de correntinos,
iniciando así una carrera militar que habría de prolongarse
por más de cuarenta años.
Luchó en Ituzaingó y fue hecho prisionero por los brasileños
en Fraile Muerto (1827). En 1829 volvió a unirse al general unitario
José María Paz bajo cuyas órdenes había combatido
en Brasil y participó en la campaña de Córdoba. Luchó
en la batalla de San Roque, en La Tablada y Oncativo contra las fuerzas
federales de Juan Facundo Quiroga. Al año siguiente se lo asignó
para combatir a los montoneros y a los indios, bajo el mando de Lamadrid.
Aunque no participó en la batalla de La Ciudadela acompañó
los restos del ejército de Paz al exilio, en Bolivia. Vivió
varios años allí ocupándose de sus negocios y practicando
periodismo con Bartolomé Mitre, con quien forjó una estrecha
y duradera amistad. Contrajo enlace con la hermana de José Ballivián
(presidente de Bolivia).
|
En Valparaíso (Chile)
se enteró del pronunciamiento de Urquiza contra Rosas y acompañó
a Sarmiento, Mitre y otros cuando se unieron a aquél. Tuvo bajo
su mando la caballería uruguaya en Caseros. En la formación
del nuevo gobierno, luego de la caída de Rosas, apoyó al
de Buenos Aires más que al de la Confederación de Urquiza.
Como oficial del ejército de Buenos Aires en 1853, prestó
servicios en Azul en la frontera meridional con el indio. Desempeñó
cargos de comandante en San Nicolás de los Arroyos, Bahía
Blanca y tomó parte en la expedición a las Salinas Grandes
contra los indios. En 1359 actuó como jefe del estado mayor general
de Mitre.
Comandó el centro de línea en Cepeda. Después de
otro destino en la frontera sur, volvió a ejercer el comando del
centro de la línea de ofensiva de Mitre en Pavón. Promovido
a general después de esta batalla, pasó la mayor parte de
los años siguientes pacificando las provincias del interior, incluyendo
la represión de una revolución liberal en Córdoba
y las campañas contra el Chacho.
En la campaña de 1862 creyó que Peñaloza era el hombre
más adecuado para poner coto al desorden reinante en la región
de La Rioja y celebró con él un convenio de paz y lealtad.
No retornó a la acción en Paraguay, pero se dirigió
a Buenos Aires por razones de familia. Fue ministro de Guerra en las postrimerías
del período de Mitre y frustrado candidato nacionalista a la vicepresidencia
en 1868.
Dio término al servicio que prestó durante toda su vida
al país, con su actuación como embajador en el Brasil durante
la presidencia de Sarmiento.
|