Wenceslao Paunero (1805-1871).
 

Nació en Colonia del Sacramento, Uruguay, y murió en Rió de Janeiro, Brasil.
Comandante militar. Estudió corto tiempo en el Colegio de San Carlos de Buenos Aires y luego se dedicó al comercio. En 1825 residía en Corrientes. Al percatarse de la inminencia de la guerra con el Brasil, ofreció sus servicios y formó parte del destacamento de correntinos, iniciando así una carrera militar que habría de prolongarse por más de cuarenta años.
Luchó en Ituzaingó y fue hecho prisionero por los brasileños en Fraile Muerto (1827). En 1829 volvió a unirse al general unitario José María Paz bajo cuyas órdenes había combatido en Brasil y participó en la campaña de Córdoba. Luchó en la batalla de San Roque, en La Tablada y Oncativo contra las fuerzas federales de Juan Facundo Quiroga. Al año siguiente se lo asignó para combatir a los montoneros y a los indios, bajo el mando de Lamadrid. Aunque no participó en la batalla de La Ciudadela acompañó los restos del ejército de Paz al exilio, en Bolivia. Vivió varios años allí ocupándose de sus negocios y practicando periodismo con Bartolomé Mitre, con quien forjó una estrecha y duradera amistad. Contrajo enlace con la hermana de José Ballivián (presidente de Bolivia).

En Valparaíso (Chile) se enteró del pronunciamiento de Urquiza contra Rosas y acompañó a Sarmiento, Mitre y otros cuando se unieron a aquél. Tuvo bajo su mando la caballería uruguaya en Caseros. En la formación del nuevo gobierno, luego de la caída de Rosas, apoyó al de Buenos Aires más que al de la Confederación de Urquiza. Como oficial del ejército de Buenos Aires en 1853, prestó servicios en Azul en la frontera meridional con el indio. Desempeñó cargos de comandante en San Nicolás de los Arroyos, Bahía Blanca y tomó parte en la expedición a las Salinas Grandes contra los indios. En 1359 actuó como jefe del estado mayor general de Mitre. 
Comandó el centro de línea en Cepeda. Después de otro destino en la frontera sur, volvió a ejercer el comando del centro de la línea de ofensiva de Mitre en Pavón. Promovido a general después de esta batalla, pasó la mayor parte de los años siguientes pacificando las provincias del interior, incluyendo la represión de una revolución liberal en Córdoba y las campañas contra el Chacho.
En la campaña de 1862 creyó que Peñaloza era el hombre más adecuado para poner coto al desorden reinante en la región de La Rioja y celebró con él un convenio de paz y lealtad. No retornó a la acción en Paraguay, pero se dirigió a Buenos Aires por razones de familia. Fue ministro de Guerra en las postrimerías del período de Mitre y frustrado candidato nacionalista a la vicepresidencia en 1868. 
Dio término al servicio que prestó durante toda su vida al país, con su actuación como embajador en el Brasil durante la presidencia de Sarmiento.

 
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