Manuel Vicente Maza (1779-1839). 
 

Jurisconsulto; figura política; víctima de asesinato que inauguró la época de terror de Rosas, (1839). 
Nació en Buenos Aires; estudió en la Universidad de Santiago, Chile, graduándose de abogado; como uno de los primeros entusiastas por la independencia, fue hecho prisionero por el virrey, en Lima; luego de su regreso a Buenos Aires permaneció recluido hasta 1815; surgió a la vida pública al presidir la comisión civil de justicia; redactó la reglamentación, que lleva su nombre, para la administración de la justicia; ejerció funciones de alcalde de primer voto en el Cabildo de Buenos Aires en 1816; durante los años siguientes protegió al joven Juan Manuel de Rosas, iniciando una estrecha relación personal y política que concluyó, finalmente, para Maza, en una triple tragedia.
Desarrolló gran actividad en la política de Buenos Aires en la década de 1820; exiliado temporalmente (1823) en razón de estar involucrado en la revuelta contra el gobierne de Martín Rodríguez; exiliado nuevamente en Bahía Blanca como uno de los dirigentes del levantamiento contra Juan Lavalle (1829); regresó para desempeñar un papel activo en el gobierno de Rosas; salvó la vida milagrosamente pues por poco sucumbió en un intento de asesinarlo, mientras cumplía una misión especial para Rosas al acompañar a éste a Córdoba contra el general José María Paz; en su condición de ministro de gabinete, protestó por la ocupación británica de las Malvinas; luego del alejamiento de Rosas del gobierno (1832) para realizar campañas en el sur, Maza prestó servicios bajo las órdenes de su sucesor, Juan Ramón Balcarce, tomó parte en la revolución de octubre (1833) que provocó la renuncia de éste; luego fue miembro de la breve administración de Juan José Viamonte. 
Cuando Rosas y otras cuatro figuras políticas relevantes de Buenos Aires rehusaron, en forma sucesiva, aceptar la gobernación debido a la caótica y cismática situación política de Buenos Aires, la legislatura designó al Maza para ocupar el cargo de gobernador interino (octubre 1834-marzo 1835); no se registraron novedades importantes durante su mandato, aunque algunos interpretaron la delegación que ordenó en detrimento de gran número de oficiales de alto rango militar, como probable actitud inamistosa hacia Rosas; envió a Juan Facundo Quiroga (el caudillo norteño más prestigioso) a cumplir una misión destinada a terminar con el antagonismo entre los gobernadores de Salta y Tucumán; el asesinato de Quiroga en Córdoba, a su regreso de la misión oficial suscitó la inmediata renuncia de Maza. 
Rosas, detentando un poder casi absoluto, aprobado de manera abrumadora por plebiscito, retornó a la gobernación (1835-1852); Maza continuó ocupando el cargo de presidente de la Sala de representantes, aun cuando Rosas había enviado al exilio a su yerno, Valentín A1sina; también desempeñó funciones de juez en el juicio iniciado a los hermanos Reinafé por el asesinato de Quiroga; a fines de junio de 1839 Maza supo que su hijo, el coronel Ramón Maza, había sido arrestado, sospechoso de conspiración contra Rosas; mientras estaba sentado en su escritorio, escribiendo, a altas horas de la noche a su antiguo amigo Rosas, pidiéndole clemencia para su joven hijo, Maza fue muerto por asesinos (según se cree de la Mazorca) quienes habían entrado en su oficina luego de haber bloqueado todos los accesos al edificio de la Legislatura en el cual estaba ubicada; pocas horas más tarde Ramón Maza fue muerto a balazos en la prisión por orden de Rosas.
Abrumada por la doble tragedia la viuda de Manuel Maza se suicidó, ingiriendo veneno; el papel personal de Rosas en la muerte de Manuel V. Maza no es claro, pero aparentemente este último no estaba relacionado con la conspiración; la opinión pública fue presa de gran estupor; el crimen estableció una ola de terrorismo por la decidida determinación de la Mazorca de suprimir toda conspiración.

 

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