Mansilla, Lucio Norberto (1792-1871).
 

 

Héroe militar de la independencia y del bloqueo anglo-francés; legislador; administrador. 
Nació en Buenos Aires; luchó contra las invasiones inglesas (1806-1807); ingresó en la carrera militar como cadete en patricios en 1810; durante los siguientes cuatro años intervino en las luchas en la Banda Oriental (actualmente el Uruguay); fue herido en el pecho en 1813 durante el combate contra los portugueses; enviado a Mendoza en 1815 para unir sus fuerzas con las de José de San Martín, reclutó y adiestró tropas para el ejército de los Andes; fue segundo en el mando de la primera división de vanguardia en el cruce de los Andes y en la victoria de Chcabuco; acompañó a Juan Gregorio de Las Heras como ayudante de campo en la campaña del sur de Chile; regresó a Mendoza a requerimiento de O'Higgins y luego abandonó el ejército de los Andes para formar parte de las fuerzas del gobierno de Buenos Aires.

 Se mantuvo activo una vez más en las provincias del interior como elemento de enlace entre el gobierno de Pueyrredón y los caudillos del litoral en un intento de alcanzar un entendimiento; se unió con Francisco Ramírez en la derrota definitiva de José Gervasio de Artigas, poniendo fin a su intento de controlar el interior, acompañó a Ramírez en la desastrosa y definitiva campaña de este último en Santa Fe que terminó con la muerte del caudillo; volvió a Entre Ríos para ponerse a la cabeza del levantamiento contra el sucesor de Ramírez exigiendo que el nuevo gobierno surgiera del voto popular y fue elegido gobernador.
Mansilla brindó a Entre Ríos tres años (1821-1824) de gobierno progresista, resuelto a recuperar el tiempo perdido, restableció el orden por toda la provincia; mantuvo la paz con las provincias vecinas; promulgó un estatuto provisional para el gobierno; prohibió el uso de cualquier bandera que no fuera la nacional; incentivó el comercio (interesándose él mismo como dueño de un saladero), estableciendo aduanas sobre los ríos Paraná y Uruguay; organizó o reformó instituciones de justicia, legislación, administración, y hasta el ámbito eclesiástico.
Puso especial énfasis en la educación primaría universal basada en los métodos más modernos; auspició la construcción de escuelas, obras públicas, templos y edificios gubernamentales; rechazó el segundo período como gobernador; aceptó su elección como delegado ante el congreso general constituyente convocado por Las Heras en 1824. 
Mansilla parece haber sido siempre movido por el deseo de la organización nacional. Mientras fue gobernador de Entre Ríos declaró públicamente (y en forma privada a Estanislao López, caudillo de Santa Fe) que toda la acción progresista de Entre Ríos fue emprendida para formular las bases necesarias en todas las provincias, para la efectiva organización nacional; apoyó y votó a favor de la constitución centralista de Rivadavia de 1826, diciendo que las provincias carecían de experiencia política y (algunas de ellas) de un liderazgo educado; retornó al servicio militar y se distinguió en la guerra contra el Brasil; fue miembro de la legislatura de Buenos Aires, entre 1832 y 1844; en su condición de jefe de policía de Buenos Aires (1833-1835), colocó el servicio de seguridad de la ciudad sobre nuevas y firmes bases; a fines de la década de 1830 fue hecho comandante de la reserva del ejército por Juan Manuel de Rosas (con cuya hermana, Agustina Ortiz de Rosas se había casado) en momentos en que se cernía la amenaza de una acción militar contra el mariscal boliviano Andrés Santa Cruz y su Confederación de los Andes. 
Fue enviado por Rosas al general Juan Lavalle después de la derrota de este último en Quebracho Herrado, para sugerir un armisticio e informar a Lavalle del tratado de Mackau firmado con sus aliados franceses; esto fue rechazado por Lavalle; cuando los británicos y franceses establecieron el bloqueo en 1845, Mansilla fue encomendado por Rosas para impedir la penetración del Paraná; las cadenas extendidas a través del río protegido por artillería montada en la Vuelta de Obligado finalmente resultaron inadecuadas pero Mansilla, gravemente herido una vez más en el pecho, se convirtió en el héroe del día por intentar la defensa. 
Permaneció retirado en su hogar durante los años siguientes; en 1852 Rosas lo puso al mando de la fuerza de reserva que quedaba en Buenos Aires mientras él se dirigía a enfrentar su derrota en manos de Justo José de Urquiza en Caseros. 
Lluego del derrocamiento del gobierno de Rosas, Mansilla se dirigió a Francia donde fue cordialmente recibido en la corte de Napoleón III; regresó a Buenos Aires en 1868 y murió en la epidemia de fiebre amarilla en 1871.

  

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